domingo, 7 de julio de 2019

La Capa del Estudiante


Todo comenzó cuando un grupo de estudiantes se preparaban para rendir los últimos exámenes de su año lectivo. Uno de ellos, Juan, estaba muy preocupado por el estado calamitoso en el que se hallaban sus botas y el hecho de no tener suficiente dinero para reemplazarlas. Para él era imposible presentarse a sus exámenes en semejantes fachas; sus compañeros le propusieron vender o empeñar su capa, pero para él eso era imposible.


Finalmente le ofrecieron algunas monedas para aliviar su situación, pero la ayuda tenía un precio; sus amigos le dijeron que para ganárselas debía ir a las doce de la noche al cementerio de El Tejar, llegar hasta la tumba de una mujer que se quitó la vida, y clavar un clavo, Juan aceptó. Casualmente aquella tumba era la de una joven con la que Juan tuvo amores en el pasado y que se quitó la vida a causa de su traición. El joven estaba lleno de remordimientos, pero como necesitaba el dinero, acudió a la cita.

Subió por el muro y llegó hasta la tumba señalada mientras clavaba, interiormente pedía perdón por el daño ocasionado. Pero cuando quiso retirarse del lugar no pudo moverse de su sitio porque algo le sujetaba la capa y le impedía la huida, sus amigos le esperaban afuera del cementerio, pero Juan nunca salió. A la mañana siguiente, preocupados por la tardanza se aventuraron a buscarlo y lo encontraron muerto. Uno de ellos se percató de que Juan había fijado su capa junto al clavo. No hubo ni aparecidos ni venganzas del más allá, a Juan lo mató el susto.



lunes, 1 de julio de 2019

María Angula




María Angula era una niña alegre y vivaracha, hija de un hacendado de Cayambe. Le encantaban los chismes y se divertía llevando cuentos entre sus amigo para enemistarlos. Por esto la llamaban la metepleitos, la lengua larga o la “carishina” chismosa.

Así, María Angula creció 16 años dedicada a fabricar líos con la vida de los vecinos, y nunca se dio tiempo para aprender a organizar la casa y preparar sabrosas comidas. Cuando María Angula se casó, empezaron sus problemas. El primer día Manuel, su marido, le pidió que preparara una sopa de pan con menudencias y María Angula no sabía cómo hacerla.

Quemándose las manos con la mecha de manteca y sebo, encendió el carbón y puso sobre él la olla sopera con un poco de agua, sal y color, pero hasta ahí llegó: ¡no sabía qué más hacer! María recordó entonces que en la casa vecina vivía doña Mercedes, una excelente cocinera, y sin pensarlo dos veces corrió hacia ella.
Vecinita, ¿usted sabe preparar la sopa de pan con menudencias?
Claro, doña María. Verá, se arrojan dos panes en una taza de leche, luego se los pone en el caldo, y antes de que éste hierva, se le añaden las menudencias.
¿Así no más se hace?

Sí, vecina. Ahh, -dijo María Angula-, si así no más se hace la sopa de pan con menudencias, yo también sabía. Y diciendo esto, voló a la cocina para no olvidar la receta. Al día siguiente, como su esposo le había pedido un locro de “cuchicara”, la historia se repitió. Doña Mercedes, ¿sabe preparar el locro de “cuchicara”?
Sí, vecina. Y como la vez anterior, apenas su buena amiga le dio todas las indicaciones, María Angula exclamó:
Ah, si así no más se hace el locro de “cuchicara”, yo también sabía.Y enseguida corrió a su casa para sazonarlo. Como esto sucedía todas las mañanas, la señora Mercedes se puso molesta. María Angula siempre salía con el mismo cuento: “Ah, si así no más se hace el seco de chivo, yo también sabía; ah, si así no más se hace el ají de librillo, yo también sabía.” Por eso, quiso darle una lección y, al otro día…
Doña Merceditas
¿Qué se le ofrece, señora María? Nada, Michita, mi marido desea para la merienda un caldo de tripas con “puzún” y yo. Umm, eso es refácil, le dijo, y antes de que María Angula la interrumpiese, continuó:

Verá, se va al cementerio llevando un cuchillo afilado. Después espera que llegue el último muerto del día y, sin que nadie la vea, la saca las tripas y el “puzún”. En su casa, los lava y luego los cocina con agua, sal y cebollas y, cuando el caldo haya hervido por unos diez minutos, aumenta un poco de maní… y ya está. Es el plato más sabroso.

Ahh, dijo como siempre María Angula- si así no más se hace el caldo de tripas con “punzún”, yo también sabía.
Y en un santiamén, estuvo en el cementerio esperando a que llegara el muerto más fresquito. Cuando el panteón quedó solitario, se dirigió sigilosamente hacia la tumba escogida. Quitó la tierra que cubría al ataúd, levantó la tapa y… ¡allí estaba el semblante pavoroso difunto! Quiso huir, más el mismo miedo la detuvo. Temblorosa, tomó el cuchillo y lo clavó una, dos, tres veces sobre el vientre del finado y con desesperación le despojó sus tripas y “punzún”. Entonces, corriendo regresó a su casa. Luego de recobrar su calma, preparó esa merienda macabra que, sin saberlo, su marido comió lamiéndose los dedos.
María Angula

Esa misma noche, entre tanto María Angula y su esposo dormían, en los alrededores se escucharon aullidos lastimeros. María Angula despertó sobresaltada. El viento chirriaba misteriosamente en las ventanas, balanceándolas, mientras afuera, los ruidos fabricaban sus espantos. De pronto, por las escaleras, María Angula oyó el crujir de unos pasos que subían pesadamente hacia su cuarto. Era un caminar trabajoso y retumbante que se detuvo frente a su puerta. Pasó un minuto eterno de silencio, María Angula vio el resplandor fosforescente de un hombre fantasmal. Un grito cavernoso y prolongado la paralizó.

¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura!

María Angula se incorporó horrorizada y, con el miedo saliéndole por los ojos, contempló como la puerta se abría empujada por esa figura luminosa y descarnada. María Angula se quedó sin voz. Ahí, frente a ella, estaba el difunto que avanzaba mostrándole su mueca rígida y su vientre ahuecado:

¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura!
Aterrada, para no verlo, se escondió bajo las cobijas, pero en instantes sintió que unas manos frías y huesudas la tomaban por sus piernas y la arrastraban, gritando:
¡María Angula, devuélveme mis tripas y mi puzún que te robaste de mi santa sepultura!
Cuando Manuel despertó, no encontró a su esposa, y aunque la buscó por todas partes, jamás supo de ella


lunes, 10 de junio de 2019

El Chuzalongo


El Chuzalongo

Cuenta la leyenda, que en la costa de Ecuador, un agricultor tenía sus ganados en lo alto del monte. Una noche cayó una tormenta muy fuerte, preocupado por su ganado, mandó a sus dos hijas a que guardasen el ganado en el granero.
Las hijas, muy obedientes, fueron a hacer lo que su padre les ordenó, cuando terminaron de guardar todo el ganado, cerraron la puerta y al darse vuelta se dieron con la sorpresa de que un pequeño ser, de rostro blanco, labios gruesos y morados, nariz chata, orejas grandes, ojos verdes pequeños con un punto negro de fuego en el centro.
Este ser tenia un pelo corto, ralo y tieso, con el cuerpo cubierto de escamas de pescado, las estaba esperando tras la puerta. Ellas gritaron con todas sus fuerzas, pero nadie las escuchó. Después de muchas horas, y al ver que sus hijas no regresaban, el hombre tomó su escopeta y fue hacia la cabaña, encontrando una escena terrible, sus hijas estaban descuartizadas y a lo lejos vio como una pequeña criatura huía.




Otra versión

Otra versión de la leyenda del chuzalongo dice que también ataca a los hombres cuando estos están solos en el campo porque tiene vergüenza de su desnudez, aparte el Chuzalongo pelea con los hombres como un desafió de fuerza. Se dice que para librarse de este ser, el hombre que lucha con él, tiene que sacarse una prenda de vestir y lanzarla lejos, el Chuzalongo ira a por ella y en ese momento se tiene que huir 

lunes, 3 de junio de 2019

Leyenda El Gallo de la Catedral


El gallo de  la Catedral


Cuando Quito era una ciudad llena de misterios, cuentos existía un hombre de fuerte carácter, le tentaban las apuestas, las peleas de gallos, la buena comida y sobre todo le encantaba la bebida. Este hombre era conocido como don Ramón Ayala y apodado el “buen gallo de barrio”.
Dentro de su día tenía la costumbre de visitar la tienda de doña Mariana, por sus deliciosas mistelas, en el tradicional barrio de San Juan.
Dicen que la doña era muy bonita y trataban de impresionarla todos los hombre de alguna manera.
Don Ayala después de sus acostumbradas borracheras, gritaba con voz estruendosa que él era el más gallo de barrio y que ninguno lo ningunea a él.
Caminando hacia su casa que se ubicaba a unas pocas cuadras de la Plaza de la Independencia, decide pararse frente a la Catedral y así se enfrenta al gallo de la Catedral, diciendo:”¿Qué gallos de pelea, ni que gallos de iglesia”, !Soy el más gallo!, !Ningún gallo me ningunea!, !Ni el gallo de la Catedral!
Se dice que los gritos de don Ramón podía acabar con la paciencia de cualquiera, acercándose al lugar del diario griterío, vuelve don Ramón, ebrio, pero esta vez sintió un golpe de aire, en un primer momento pensó que era su imaginación, pero al no ver al gallo en su lugar habitual le entró un poco de miedo, pero como un buen gallo se paró desafiante. El gallo con un picotazo en la pierna lo tiró en el suelo de la Plaza Grande.

Don Ramón entre el susto y el miedo pidió perdón a la Catedral y a su gallo, pero este le dijo que prometiera que nunca volviera a tomar miselas y él le contestó que ni agua volverá a tomar.
Desde ese día, algunas personas que lo conocían, dijeron que nunca volvió a tomar y se volvió una persona seria y responsable.
Dicen personas que vivían en la época que esto solo se trataba de una broma hecha por los amigos de don Ramón y el sacristán de la Catedral para cambiar su conducta.

Fuente: Quito 360



lunes, 27 de mayo de 2019

Leyenda del Padre Almeida


Manuel de Almeida Capilla, ingresó con 17 años en la orden de Franciscanos, más que por devoción,  por un desengaño amoroso. Pero el encierro y la oración,  hicieron bien poco para vencer sus ímpetus juveniles.
Manuel Almeida se quedó fascinado con la aventura, y debido a su buen porte, el saber tocar la guitarra y su bien timbrada voz de tenor, logró conquistar los favores de las anfitrionas que se disputaban entre ellas, por colmarle de mimos. Y es así, como comenzaron sus escapadas del convento. Se convirtió en el promotor de las escapadas. Acabo haciendo sólo esas escapadas, ya que sus compañeros tenían miedo a ser descubiertos.

Narra la leyenda que en el convento de San Diego, de la ciudad de
 Quito-Ecuador,  vivía hace algunos siglos un sacerdote joven, el padre Almeida, el mismo que se caracterizaba por su afición a las juergas y al aguardiente.

Todas las noches, él iba hacia una pequeña ventana que daba a la calle, pero como esta era muy alta, él se subía hasta ella, apoyándose  en la escultura de un Cristo yaciente. Hasta que una vez el Cristo ya cansado de tantos abusos, cada noche le preguntaba al juerguista: ¿Hasta cuándo padre Almeida? , a lo que él respondía: “Hasta la vuelta Señor”.

Una vez alcanzada la calle, el joven sacerdote daba rienda suelta a su ánimo festivo y tomaba hasta embriagarse. Al amanecer regresaba al convento. Tanto le gustaba la juerga, que sus planes eran seguir con este ritmo de vida eternamente, pero el destino le jugó una broma pesada que le hizo cambiar definitivamente.

Pues una madrugada el padre Almeida regresaba borracho, tambaleándose por las empedradas calles quiteñas, rumbo al convento, cuando de pronto vio que se aproximaba un cortejo fúnebre. Le pareció muy extraño este tipo de procesión a esa hora, y como era curioso, decidió ver el interior del ataúd, y al acercarse vio su propio cuerpo dentro del mismo.
Del susto se le quitó la borrachera, corrió desesperadamente hacia el convento, del que nuca volvió a escaparse para irse de juerga.

El convento de San Diego, aún se levanta hoy en el mismo lugar que se edificó. Lo que ha desaparecido es el diario en el que se dice que le padre Almeida escribió sus memorias.


lunes, 20 de mayo de 2019

Leyenda de Cantuña


Esta interesante historia de Cantuña es muy difundida y nace en el Centro Histórico de Quito, y también es conocida como la leyenda del atrio de  San Francisco. Todas las leyendas hacen de Quito una ciudad mística y se han convertido en símbolos de la identidad quiteña. Cada leyenda contiene una explicación improvisada o una lección moralizante que se deja leer entre líneas.
A un indígena llamado Cantuña los padres franciscanos le habían encomendado la construcción de una iglesia en Quito, la de San Francisco. Este aceptó y puso como plazo seis meses, a cambio él recibiría una gran cantidad de dinero.
Aunque parecía una hazaña imposible lograr terminarla en seis meses, Cantuña puso su mayor esfuerzo y empeño en terminarla, reunió un equipo de indígenas y se propuso terminarla. Sin embargo, la edificación no avanzaba como él esperaba. En esos momentos de angustia se le presentó Lucifer y le dijo: “¡Cantuña! Aquí estoy para ayudarte. Conozco tu angustia. Te ayudaré a construir el atrio incompleto antes de que aparezca el nuevo día. A cambio, me pagarás con tu alma”.
Cantuña aceptó el trato, solo le pidió una condición a Lucifer, que termine la construcción de la iglesia lo más rápido posible y que sean colocadas absolutamente todas las piedras.
Sin embargo, este se vio desesperado porque los diablillos avanzaban muy rápido, tal como lo ofreciera Lucifer. La obra se culminó antes de la medianoche, fue entonces el momento indicado para cobrar el alto precio por la construcción: el alma de Cantuña.

El diablo al momento de ir ante Cantuña a llevarse su alma, este lo detuvo con una tímida voz, ¡Un momento! – dijo Cantuña. ¡El trato ha sido incumplido! Me ofreciste colocar hasta la última piedra de la construcción y no fue así. Falta una piedra. El indígena había sacado una roca de la construcción y la escondió sigilosamente antes de que los demonios comenzaran su obra.
Lucifer, asombrado, vio como un simple mortal lo había engañado. Así, Cantuña salvó su alma y el diablo, sintiéndose burlado, se refugió en los infiernos sin llevarse su paga.  
Fuente: libro Leyendas del Ecuador.

domingo, 12 de mayo de 2019

Los hermanos Ayar


Sobre la montaña Pacaritambo, aparecieron los hermanos Ayar, después del gran diluvio que había devastado todo. De la montaña llamada "Tampu Tocco" partieron cuatro hombres y cuatro mujeres jóvenes, hermanas y esposas de ellos a la vez.
Eran Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y finalmente, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco.
 
Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y próspero para instalarse. Llevaron con ellos a los miembros de diez Ayllus, organización inca que agrupaba diez familias y se dirigieron hacia el sudeste. 

Pero un primer altercado se produjo entre Ayar Cachi, un hombre fuerte y valiente, y los demás. Sus hermanos lo celaban y quisieron matarlo. Con ese plan, le ordenaron volver a las cavernas de Pacarina, se llama así, en quechua, al lugar de los orígenes para buscar semillas y agua.


Ayar Cachi entró en la caverna de Capac Tocco la montaña "Tampu Tocco" y el sirviente que lo acompañaba cerró con una gran piedra la puerta de entrada. Ayar Cachi jamás pudo salir de allí.
Los siete hermanos y hermanas restantes, seguidos de los ayllus, prosiguieron su camino y llegaron al monte Huanacauri, donde descubrieron un gran ídolo de piedra con el mismo nombre. Llenos de respeto y de temor frente a este ídolo, entraron al lugar donde se lo adoraba.

Ayar Uchu saltó sobre la espalda de la estatua y quedó enseguida petrificado, haciendo parte en delante de la escultura.
Aconsejó a sus hermanos de seguir el viaje y les pidió que se celebre en su memoria la ceremonia del Huarachico, o "iniciación de los jóvenes".


En el curso del viaje Ayar Auca fue también convertido en estatua de piedra, en la Pampa del Sol. Ayar Manco, acompañado por sus cuatro hermanas, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras; su bastón se hundió con facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos, lo cual era una buena señal. Entusiasmados con el lugar decidieron quedarse allí.

Ayar Manco fundó entonces una ciudad, en nombre del creador Viracocha y en nombre del Sol. Esta ciudad fue el Cuzco, la capital del Tahuantinsuyo el imperio de las cuatro provincias.

lunes, 6 de mayo de 2019

El tesoro de los Llanganates




EL tesoro de los Llanganates
La Leyenda de los Llanganates, está ubicado en Ecuador en donde Atahualpa, Rumiñahui, más oro y los españoles, aunque rica en biodiversidad y con increíbles paisajes, el misterio del gran tesoro sigue siendo la mayor atracción para los aventureros, los curiosos y los ambiciosos que buscan piedras y metales preciosos.

La historia: en 1532 Atahualpa fue aprisionado por Francisco Pizarro en Cajamarca después de iniciado el movimiento para la conquista del Imperio, para ser liberado, el Emperador ofreció cubrir un cuarto de oro y tal vez dos de plata, ahora conocido como el cuarto del rescate. El encargado de entregar todos estos metales sería el General Rumiñahui quien emprendió su labor recogiendo oro de todos los rincones del Imperio.

Este largo período de recolección asustó a Francisco Pizarro, quien creyó en los rumores de que el General iba camino a Cajamarca con todo su ejército para eliminar a todos los captores, amenazado por el poder de Atahualpa y Rumiñahui, el español ejecuta al Emperador el 26 de julio de 1533, se dice que el General Rumiñahui, al recibir estas noticias, esconde todo el oro y artefactos que logró reunir en la Cordillera Llanganatis en una laguna de un cráter. Después se dirige a vengar la muerte de su líder y, a pesar de que lo capturan y lo torturan, nunca reveló la ubicación del tesoro. En el intento de descubrir tal invaluable tesoro, varios aventureros se han sumergido en la flora, rocas y ríos de los Llanganates que se extiende por las provincias de Cotopaxi, Tungurahua, Pastaza y Napo. 



Desmitificación llanganati

A pesar de que nos hemos dejado llevar por la mágica historia de nuestros ancestros Atahualpa y Rumiñahui, la historiadora Tamara Estupiñán afirma que todo es inventado. A parte del cuento oral que ha trascendido durante varias generaciones, dice que “no hay evidencias históricas, mucho peor arqueológicas sobre el tema”. Su teoría es que Rumiñahui puso el oro y las mujeres a resguardo de los señores aliadosla autora del libro “tras las huellas de Rumiñahui” es quien descubrió un sitio arqueológico que, se supone, fue la última morada de Atahualpa.

La leyenda turística


a partir de la leyenda del tesoro de los llanganates se ha creado una cultura turística alrededor del camino inca, su nombre, que significa “montaña hermosa” describe paisajes, flora y fauna de un seco páramo andino por el occidente y una húmeda, nublada y muy poblada vida de plantas y animales por el lado oriental de los andes cuyos caudalosos ríos hacen de cualquier caminata, una desafiante.
Por otro lado, las ruinas de la morada del último inca del Tahuantinsuyo se han convertido en un atractivo nacional e internacional debido a su simbolismo en el espectro histórico de la era incaica.  

domingo, 28 de abril de 2019

Triángulo de las Bermudas




 Internet está lleno de búsquedas sobre las misteriosas desapariciones de barcos y aviones en esta inmensa superficie marítima situada entre los vértices de Puerto Rico, Florida, y el archipiélago de las Bermudas, y con más de 1,1 millones de kilómetros cuadrados de océano.

Supuestamente, en esta zona del océano Atlántico se han sucedido numerosas desapariciones de aviones y barcos. Desapariciones inexplicables y extrañas, más aún, explicables por causas sobrenaturales o vinculadas a los extraterrestres, OVNIS, UFOS, etc.  Una legión de escritores, tertulianos, apóstoles, cinesiólogos, han cultivado el mito, buscando los abundantes beneficios que siempre ha producido lo misterioso, místico y sobrenatural. En resumidas cuentas, se dice que en esas aguas, en la atmósfera circundante existen fuerzas que  intervienen en la vida humana, hundiendo, secuestrando, haciendo desaparecer aviones, barcos y tripulaciones enteras. Las cifras de accidentes, son similares a las de cualquier otra zona de similar tráfico y condiciones climáticas.


El origen del mito.

El excesivamente Vuelo 19 de los TBM Avenger perdido, desde la llegada de los europeos a América la zona ha sido parte de las rutas marítimas, y aún hoy sigue siéndolo, nada se había hablado hasta el siglo XX sobre desapariciones misteriosas. Años antes, en 1951, el periodista E. V. W. Jones escribió algunos artículos sobre barcos desaparecidos en el área de las Bahamas, a la que llamó, El Triángulo del Diablo. En 1952, George X. Sand escribió otro artículo ahondando la misma senda. Sería Vincent Gaddis, un escritor sensacionalista el que acuñaría el término en su libro de 1964 “Horizontes invisibles: los verdaderos misterios del mar”.
Uno de los casos utilizados para justificar la existencia de fenómenos anormales es la desaparición del vuelo 19, una escuadrilla completa de nada más y nada menos que 5 TBM Avenger de la Marina Norteamericana en 1945. Las investigaciones serías han mostrado que la meteorología de la zona se estaba degradando cuando el vuelo de entrenamiento se perdió. Nada indica problemas con las brújulas, pero gracias a las conversaciones del vuelo se ha mostrado la falta de pericia y de buenas decisiones del líder de la escuadrilla. Al parecer, éste podría haber tomado decisiones erróneas que llevaron a las naves a internarse en el océano y a hundirse tras quedarse sin combustible. Más de 10 millones de naves han atravesado la zona en los últimos 100 años, y se han contabilizado se han perdido 50 barcos y 20 aviones. Si a ello añadimos que los ciclones tienen a bien aparecer y desarrollarse en la zona, que las corrientes marinas son fuertes y profundas y que buena parte de los accidentes se deben a errores mecánicos o humanos, podríamos decir que el mito es eso un mito.
Recientemente algunos artículos científicos han explicado ciertas “desapariciones” y accidentes extraños del triángulo de las Bermudas y otras zonas del mundo.


La zona del Triángulo parece poseer cierta actividad volcánica por lo que se podrían producir emanaciones de metano provenientes de los hidratos de metano del fondo marino. Este gas provoca que la densidad del agua y del aire cambie. En el mar, podría modificar la flotabilidad de los buques, provocando hundimientos. Altamente concentrado, en el aire, podría hacer que los motores de combustión y reacción funcionasen mal al modificar la tasa de oxígeno y también podría alterar los datos de los aparatos de medición. De esta forma, los altímetros podían indicar alturas excesivas lo que haría a los pilotos descender, pudiendo provocar que se estrellasen contra el mar.
A todo ello se unen los estudios que demuestran la existencia de olas gigantes, responsables de los hundimientos de muchos barcos en todos los océanos. Estas olas monstruo que se creían extremadamente raras, al parecer, no lo son tanto.

De todas formas, los mitos siguen en nuestra mente alimentando la imaginación y el interés por descubrir el mundo que nos rodea y el que desconocemos. Las explicaciones míticas de la realidad suelen darle una pizca de sal a nuestra monótona verdad. No obstante, no podemos cerrar los ojos y seguir a sectarios enloquecidos por el brillo de dólares, euros y demás divisas. Que no podamos explicar algo, no significa que no exista la explicación, simplemente quiere decir, que aún no la conocemos.

Fuente: islasbermudas.es

domingo, 21 de abril de 2019

BOEING 737

El Boeing 737 es un avión de pasajeros, bimotor, de corto a medio alcance, fabricado y desarrollado por la compañía estadounidense comercial Boeing  airplanes. El 737 se empezó a diseñar en 1964, realizando su primer vuelo en 1967 y entró en servicio el 10 de febrero de 1968 con lufthansa.
El Boeing 737 es la aeronave con más accidentes de la historia, pero se debe a que es el avión comercial más vendido de la historia. Hasta octubre de 2015, se habían producido un total de 368 accidentes e incidentes de aviación que involucraban a todos los modelos 737
, incluyendo 184 accidentes con pérdidas y que en total resultaron con 4,862 muertes. Los 737 también han estado involucrados en 111 .
Según la estadística de la ASN (Aviation safety network)el Boeing 737 del que se han construido 5.873 unidades desde 1967 al 2012 tiene en su haber 3,5 accidentes por año, mientras que los aviones europeos similares con 4.724 construidos desde 1987 a 2012 contabilizan solamente 23 accidentes de este tipo, con una media inferior a un accidente por año de operación.

Algunos Accidentes del Boeing 737
El accidente de 1983 un incidente de aviación en el que un Boeing 737-2V2 Advanced operado por la aerolínea nacional ecuatoriana TAME que volaba en una ruta doméstica desde el antiguo Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre en Quito al Aeropuerto Internacional Mariscal Lamar de Cuenca, se estrelló contra una colina durante el acercamiento final a solo una milla (1,6 km) de su destino final, matando a las 119 personas a bordo.
El 10 de marzo de 2019, el Vuelo 302 de Ethiopian Airlines  que cubría la ruta del Aeropuerto Internacional Bole (Etiopía) al Aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta (Kenia)  en un Boeing 737 MAX 8  se estrelló poco después del despegue. No hubo sobrevivientes y murieron 157 personas.

Los Boeing 737 Max han permanecido en tierra desde mediados de marzo, luego del segundo accidente en el que se implicara al sistema antibloqueo MCAS. El pasado martes 16 de abril, Boeing completó un vuelo de prueba de testeo de su 737 MAX con modificaciones en el sistema antibloqueo, un paso que se consideró crucial para obtener una nueva autorización de vuelo.







La Capa del Estudiante

Todo comenzó cuando un grupo de estudiantes se preparaban para rendir los últimos exámenes de su año lectivo. Uno de ellos, Juan, estaba m...